Frente a la crisis de valores, hay que rescatar la honradez y probidad del servidor público
POR JULIO FENTANES
En estos momentos de crisis de valores de índole político, vale la pena hacer una reflexión de la honradez y probidad a que estamos sometidos los funcionarios públicos y la vocación para atender los asuntos que reclama la sociedad, advirtió El Magistrado del poder Judicial de la Federación, Martín Soto Ortiz.
Frente a abogados al servicio del Poder Judicial de la Federación, funcionarios de la fiscalía del Estado, del Poder Judicial del Estado y litigantes en general, los exhortó a reflexionar en la conducta que se debe guardar.
“No hace falta que se nos diga que es lo qué hay que hacer, sabemos de antemano, cual es la conducta que debe permear la actitud de todo servidor público”, enfatizó.
El magistrado presidente del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito, presentó un módulo del Diplomado sobre Juicio de Amparo que ofrece la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Soto Ortiz retomó el artículo 46, fracción V, inciso A de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, que precisa que la honradez en el ejercicio de la función pública impone al servidor público la obligación de no utilizar su cargo para obtener algún provecho o ventaja personal o a favor de terceras personas.
Además exige que no busque o acepte compensaciones o prestaciones de cualquier persona u organización que pueda comprometer su desempeño como servidor público.
Especialista en materia de amparo, el magistrado agregó que además de honradez se obliga la probidad que de acuerdo a la ley, tiene una proyección individual al suponer que el servidor público debe ser racional, debiéndose apartar de todo tipo de arbitrariedad o capricho, velando en todo momento por la adopción de criterios de justicia y rectitud que disciernan de lo bueno y malo, así como de lo verdadero y lo falso.
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